lunes, 4 de marzo de 2013

RESEÑA; "LA MECÁNICA DEL CORAZÓN" De Mathias Malzieu

"LA MECÁNICA DEL CORAZÓN"



DATOS BIBLIOGRÁFICOS:


* Novela escrita por Mathias Malzieu, publicada en 2009, el 25 de Septiembre, por la editorial Mondadori.
"La mecánica del corazon" se terminó de imprimir en enero de 2013 en los talleres de Litografía Ingramex, S.A. de C.V. (Centeno 162-1 Col. Granjas Esmeralda, C.P. 09810, MÉXICO, D.F.)

TÍTULO ORIGINAL: "La mecánica du coeur"
Primera edición en debolsillo en España : Mayo, 2012.
Primera edición en debolsillo México; Enero, 2013.

D.R. 2007, Éditions flammarion.
D.R. 2007, Mathias Malzieu.
D.R. 2009; Vicenc, Tuset Mayoral, por la traducción.
D.R. 2009, de la preente edición en castellano para todo el mundo: Random House Mondadori, S.A. Travessera de Gracia, 47-49. 0801 Barcelona.
D.R. 2013, derechos de la edición mundiales en lengua castellana, Random House Mondadori, S.A. de C.V. Av. Homero núm. 544, Col. Chapultepec Morales, Delegación Miguel Hidalgo, C.P. 11570, MÉXICO, D.F.

(BEST SELECT)

MATHIAS MALZIEU
Mathias Malzieu nació el 16 de abril de 1974 en Montpellier (Francia). Después de abandonar su intención de convertirse en tenista creó el grupo rock Dionysos, del que es cantante.
En el año 1996 editaron su primer álbum, “Happening Songs”. Más tarde aparecieron discos como “Haiku” (1999) o “Monsters In Love” (2005). Como autor literario se inició con el libro de relatos “38 Mini Westerns Avec Des Fantomes” (2002). Su primera novela fue “Maintenant Qu’il Fait Tout Le Temps Nuit Sur Toi” (2005).


Con “La Mecánica Del Corazón” (2007), historia romántica decimonónica con el protagonismo de Jack, un hombre que vive gracias a un reloj de madera, Malzieu consiguió resonancia internacional. En la novela “La Alargada Sombra Del Amor” (2010) un gigante cubría con su sombra a personas que sufrían pérdidas de seres queridos. En "Metamorfosis En El Cielo" un acróbata que desea volar conoce a un extraño ser, mitad pájaro, mitad mujer, que le propone un pacto que puede hacer realidad su deseo. Su novia es la cantante Olivia Ruiz.


SÍNTESIS:

Nos adentramos en una inhóspita noche del siglo XIX, en una humilde casa situada en la cima de una montaña en Edimburgo. Allí vive Madeleine, un alma caritativa, aunque algo chiflada, que asiste a las parturientas que no tienen a dónde ir; ella se encarga de traer al mundo a los retoños de unas madres, que viven fuera de la ley o que por circunstancias personales no desean ocuparse de sus bebés, como las prostitutas o las niñas que juegan a los médicos. A todas ellas las asiste y nunca les hace preguntas incriminatorias u dolorosas. Pero el bebé que acaba de nacer tiene un grave problema: un corazón tullido, duro, un corazón sordo e incapaz de bombear si no lo repara de inmediato. La doctora de los tullidos le coloca a Jack, un corazón artificial, un reloj viejo de madera, de cuco, que tendrá que ser accionado todos los días y que le permitirá llevar una vida normal en apariencia, siempre y cuando respete las reglas del juego: nunca debe tocar sus agujas, ni expulsar su cólera a borbotones y, por supuesto, no puede enamorarse: su corazón no soportaría los espasmos que provoca ese descontrolado sentimiento.
Así que Jack pasa a ser uno más de la familia de los desarraigados y, aunque Madeleine lo quiere mucho, espera que alguna de los padres que acuden para llevarse a su cálido hogar a esos niños desgraciados, lo adopte. Pronto descubre que eso no sucederá jamás, pues él es diferente y como tal, es rechazado, conminado a espabilarse por sí mismo, pese a la burbuja protectora con la que lo envuelve su “hada madrina”.
El día de su cumpleaños baja al pueblo y el peligro le sale al paso: descubre a la torpe niña miope de grandes ojos y se enamora de ella. La visión de la que luego se convertirá en la famosa Mis Acacia se fija en su retina, la suerte ya está echada. Se apunta a la escuela para verla, soporta las crueles vejaciones de Joe y de sus compañeros, descubre la ira y desata la cólera; en poco tiempo, ha sembrado el camino de su desgracia, ha desobedecido a su bienhechora, rompiendo todas y cada una de las prescripciones médicas. Es tal su desesperación, que se le mete una idea absurda en la cabeza: debe partir y encontrar a la joven, esa será a partir de ahora el único fin de su vida. Emprende el viaje con el hatillo que le prepara Madeleine y que lleva algo de ropa, el duplicado de las llaves de su corazón y un montón de tarritos con sus lágrimas que ella le regala y que el guardará como delicados tesoros:
Son mías. Cuando lloro, recojo mis lágrimas en un frasco y las almaceno en el sótano para hacer cócteles”. Hatillo repleto de tarros con sus lágrimas y algo de ropa y me entrega el duplicado de las llaves de mi corazón.
El recorrido desde París hasta la cálida Andalucía le mostrará las dobles caras del mundo: se encontrará con el repulsivo Jack, el Destripador, pero también con Georges Meliés, el cineasta, que en la historia será una peculiar Elena Francis, además de su amigo y el relojero, encargado de cuidar el engranaje de su corazón de madera. Al principio parece que todo va viento en popa, pues su desvalimiento provoca el enamoramiento de la joven y ambos viven el desenfreno amoroso e intercambian sus almas y secretos. Es un amor romántico descrito con todo lujo de detalles, pero, ¡ay!, al apasionamiento le suceden los celos, las dudas, el deseo desgarrado que no encuentra vías de explosión. El autor nos muestra todos los estadios de ese amor desgarrado que provoca fiebre perpetua y que, al final, se rompe por las circunstancias, los celos, la ira que provoca la presencia de otros.
Malzieu parece susurrarnos al oído, y sentimos el estremecimiento, el dolor, la ira, el miedo, la soledad. Es obvio que las reglas impuestas de antemano por el destino las corta las tijeras de la vida; son ella las que impiden que nos curemos, las que nos lanzan una y otra vez contra la corriente. El autor consigue acelerar los movimientos de nuestro corazón, nos ofrece el caldo suculento de los sueños y nos muestra hasta dónde pueden conducirnos los deseos. Los personajes secundarios se tornan inolvidables y sentimos cómo respiran, con independencia de que se sitúen como aliados (las prostituas, Arthur) o bien, en el papel de los malvados (Brigitte Heim, Joe). Unos y otros muestran el haz y el envés de la naturaleza del hombre, que es incapaz de esconder la palanca que acciona sus obsesiones más íntimas.
El mosaico de la vida late compulsivamente en esta historia y Jack nos enseña que la vida se mueve al ritmo de la mecánica de nuestras emociones, que son ellas las que en definitiva se cobran el peaje que hemos pagado. 



OPINIÓN:

La verdad, ha sido mejor de lo que esperaba. Aunque no me cerró por completo, me gustó bastante.

Jack nos introduce en la historia de su vida con sus modismo y expresiones propias de la edad que presenta el persona en cada parte del relato.

Su primer amor, el sufrimiento por no encontrar a Miss Acacia en la escuela, donde sólo inscribe para ver a la niña, me resultó muy sentido.

La vida transcurre y Jack, por distintas cuestiones que no mencionaré, debe escapar de su hogar y decide viajar en busca de su amor anhelado. Al irse, dejará atrás a la única familia que tuvo, compuesta por personajes muy extraños y estrafalarios, pero queribles.

Jack logrará encontrar a Acacia, pero no todo resultará como desearía.

Debo decir que los temores de Jack asociados a ese corazón falso que carga, y que tantos dolores le ha causado, me hicieron verlo más humano que muchos otros personajes que he conocido a lo largo de tantas lecturas que he realizado desde que tengo memoria.

La historia no es la típica romántica que todos podríamos esperar.

Miss Acacia se llevó todo mi odio, ¡de verdad! y me quedé con cara de "Esto no puede terminar así" al leer el último capítulo.

En fin, un libro que guarda mucho más que una historia de amor, te invita a reflexionar sobre la cuestión de amar y entregarte al otro, ofreciendo lo más preciado que todos tenemos: nuestro corazón.


CONCLUSIÓN:
Conozco a muchas personas de carne y hueso que tienen un corazón casi de piedra... el de Jack puede que sea de madera, pero no por eso siente menos que cualquier otro. Porque con su amor puro y sincero, Jack levantó mis malas ideas sobre la novela.


IMAGEN DE PORTADA DEL LIBRO; "LA MECÁNICA DEL CORAZÓN"

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